Esta sección de artes marciales del Verano Cultural Japonés se la dedicamos hoy al sensei en artes marciales. Este término suele traducirse como maestro pero su significado es mucho más profundo. Sus kanjis significan: “antes” 先 y “vida” 生. Es decir, “nacido antes”.

No es necesario que el sensei tenga más edad que el discípulo, sino que haya “nacido antes a la disciplina” que enseña. La idea de sensei aparece asociada al concepto de “do” 道, (camino ético) común a muchas artes marciales japonesas (judo, karate-do, aikido, etc.). Por eso, hay quien traduce «sensei» como el «que recorrió antes el camino» del arte marcial. Así que al sensei no sólo se le reconocen conocimientos que aspiramos que nos transmita sino, sobre todo, una experiencia vital y marcial que respetamos, admiramos y anhelamos para nosotros, en tanto que futuros artistas marciales.

Cuentan que en tiempos antiguos, los senseis de artes marciales apenas comentaban nada de viva voz, como lo hacen hoy. Ni tampoco respondían a preguntas o dudas de sus discípulos como es normal en nuestros tiempos. En aquella época, la relación sensei-discípulo se consideraba un privilegio que permitía al recién llegado observar la tradición marcial en la privacidad del dojo (lugar de aprendizaje y entrenamiento). El avance del aprendizaje en esas condiciones era duro e implicaba muchos errores-aciertos. Sin embargo, el alumno escuchaba las correcciones de su maestro aunque se limitasen a la calificación de bien o mal, en infinidad de repeticiones. Eso explica que haya muchas leyendas sobre técnicas secretas que sólo un grupo reducido de discípulos conocía. En realidad, no tenían nada de secreto, si acaso eran más complejas y por tanto sólo accesibles a los discípulos con más dedicación y paciencia.

Hoy día, con frecuencia, los dojos se abren a un público general que puede ver un entrenamiento antes de adscribirse a un sensei. Además, existe una amplia documentación sobre todos y cada uno de los estilos marciales: libros, vídeos y hasta inserciones en internet, al alcance de cualquiera. Sin embargo, lo que ninguna fuente impresa o videográfica podrá transmitir jamás es la relación personal con el sensei, base de la vía que se ha de recorrer en el arte marcial elegido.